Incluso las protuberancias más pequeñas, de apenas unas micras, pueden provocar disfunciones como trastornos temporomandibulares (TTM) e incluso dificultar la deglución. El material de prueba debe cumplir con estándares estrictos debido a las proporciones oclusales precisas. Dado que los contactos oclusales suelen tener diámetros muy pequeños, pueden ser difíciles de detectar en superficies de cerámica o metal muy pulidas. Por lo tanto, el material de prueba debe ser extremadamente fino para definir con precisión los contornos de estos contactos.
Las películas de prueba de oclusión Bausch están diseñadas para cumplir con estos requisitos, ofreciendo marcas de color vibrantes en superficies oclusales complejas. El recubrimiento de color, de tan solo 6 µ de espesor, está hecho de cera y pigmento, con componentes hidrófilos que mejoran la transferencia de color incluso en superficies húmedas.
Las películas de oclusión Bausch Arti-Fol® son especialmente eficaces para evaluar la oclusión estática y dinámica en múltiples colores. El proceso comienza con la oclusión estática marcada en rojo, seguida de la oclusión dinámica en negro, aunque la secuencia de colores se puede personalizar. Para evaluaciones más detalladas de la oclusión dinámica, se pueden utilizar varios colores. Bausch Arti-Fol® está disponible en cuatro colores, y todas las películas cuentan con recubrimientos de color de doble cara para marcar los contactos antagónicos.